viernes, 28 de mayo de 2010

Aprendiz de sabio

Era mi primera vez. Tenia que hacerlo bien.

Me habian preparado en casa, dandome todo tipo de buenos consejos. Me habian dicho que debia portarme con correccion, que debia escuchar primero y hablar solo cuando me preguntasen, y dar respuestas cortas y muy claras. Que debia estar atento a cualquier deseo del Maestro, y que esta oportunidad no la tendria una segunda ocasion. Porque la segunda vez no es igual, me decian.

Asi que me habia preparado a conciencia (siempre me gusto hacer estos chistes, aunque nunca los compartia con nadie por respeto) y estaba dispuesto a dar lo mejor de mi.

Enfile la avenida principal del bosque saludando a otros compañeros, que se dirigian tambien al Roble del Consejo. Alli esperariamos al Maestro en su visita anual. Alli estaria preparado para escoger a uno de nosotros para acompañarle. Entre salto y salto me fije en que habia mucha competencia este año, las cosas estarian reñidas.

Nos acercamos a la muchedumbre que se apiñaba alrededor de una figura negra, imponente, de espaldas. El Maestro ya estaba alli, y yo llegaba tarde!! Seguramente ya habria hecho algunas preguntas, y por tanto yo podria equivocarme en la respuesta correcta al repetir algun intento fallido de un compañero. Maldije mi pereza, pero al instante comprendi que me equivocaba al hacerlo. Una de las primeras cosas que aprendes si quieres seguir al Maestro es que las quejas nunca funcionan. Solo darte cuenta de lo que ocurre es lo que terminara dandote las respuestas que necesitas.

Me acomode al final de la fila. Un compañero de tierra, mucho mas grande que yo, me quito del penultimo puesto, con un breve pero efectivo empujon. No se me ocurrio quejarme, pero me di cuenta de que tenia el peor puesto de todos. Nadie queria ser el ultimo y observar la mirada del Maestro antes de que tomase su decision.

Espere mi turno, escuche varias respuestas absurdas y algunas muy buenas, y prepare la mia. El Maestro pregunto a mi compañero, y obtuvo su respuesta. Y dio un paso mas, en mi direccion, quedando frente a mi. Agacho la vista, y me dijo:

-Vaya! Y que tenemos aqui? Nada menos que uno de los arboles! Muchachito, estas seguro de querer responder la pregunta? Pareces muy joven para intentarlo, demasiado diria yo...

-Ssi, Maestro. He estudiado mi corazon y creo que estoy preparado - casi ni podia respirar, eran mas chasquidos que palabras lo que me salian..

-Hm. Valiente. Y sincero. Me gusta, veamos de que eres capaz.

-Tu pregunta es: Que aconsejarias a tu amigo que hiciera si de tu consejo dependiera quedarte con el o que fuese feliz?

-Yo - temble de miedo, esta pregunta no la habia oido hacer jamas, asi que simplemente dije lo que sentia -, yo le aconsejaria que solo escuchase a su propio corazon, que no me escuchase a mi ni a nadie mas!

El Maestro echo un paso atras. Un murmullo de sorpresa recorrio la congregacion. Me di cuenta de lo que habia sugerido, y me hundi visiblemente en mi sitio. Un silencio roto solo por una leve brisa que hacia sonar las hojas nos envolvio y dejo en suspenso el aire en el Roble del Consejo.

-Estas sugiriendo - su voz me sonaba metalica, y amenazante. No sabia donde esconderme - que tu le dirias a tu amigo que lo mejor seria que NO te escuchase ni siquiera A TI?? Que romperias el Vinculo?

- Si. Si esta en juego su felicidad, si. Lo siento pero es lo que creo. Y ahora creo que debo desaparecer, asi que me voy...

- ALTO!! - su grito nos asusto a todos.. - Donde crees que vas? Aun no he dado mi veredicto...

Me resigne a esperarlo mientras mis compañeros me miraban con lastima. Tan joven que parecia, y ahora me sentia como el mas viejo y cansado de todos los que me rodeaban. El año que viene no me presento, pense..

El Maestro subio despacio a una plataforma desde la que se recitaban canciones en otoño, que llegaban a muchos rincones del bosque. Tenia la mejor acustica, este hueco del Roble. Resonaba hasta llegar a varios kilometros de distancia, y desde que lo conocias, hablar en el te hacia sentir importante por la sonoridad de tus propias palabras. Yo me sentia insignificante por primera vez en tan magnifico lugar.

El Maestro hablo.

- Hermanos, he tomado una decision. No ha sido facil, he escuchado cientos de consejos hoy, y algunos eran muy buenos. La mayoria bienintencionados y con sentido comun. Y alguno - mirandome al decirlo, me hizo encogerme mas en mi sitio si eso era posible - bastante diferente de lo que estoy acostumbrado a escuchar. Pero estoy contento. Creo que este año tengo sucesor, por fin!

El gentio se volvio loco. Algunos saltando chocaban contra las paredes, o caian despatarrados y muertos de la risa encima de sus vecinos. Se tardo un par de minutos en recobrar la calma, y siguio hablando.

- Hermanos, amigos, tranquilizaos. Se que es un momento importante. Llevamos varios años buscando un sucesor para mi tarea. Y hasta ahora muchos lo han intentado, pero creo que ha llegado el momento de señalaros a mi sucesor.

Un murmullo de expectacion se abrio paso como una ola que rompiera sobre el cercano acantilado. El Maestro bajo de la plataforma y recorrio con la vista la fila de aspirantes, acercandose a ellos. Yo esperaba como todos a ver quien era el afortunado elegido, contento por haber desviado la atencion del bochornoso espectaculo que acababa de protagonizar.

El Maestro fue avanzando en silencio. Se abrio paso mirando a los ojos de todos. Y ante mi asombrado gesto, se situo delante mia y solo dijo dos palabras.

- Eres tu.

No lo entendia. Era absurdo!! Por lo que podia recordar, era el primero que habia sugerido que se pudiera romper el Vinculo. Y me elegia a mi!! No podia ser, solo queria humillarme..

- Pero, Maestro! Como puedo ser yo!! Si he sugerido, hasta lo he aconsejado!! Que se podria elegir romper el Vinculo!!

Y el Maestro dijo algo que me acompaño siempre desde ese dia.

- Querido Pepito Grillo. La labor de un amigo, de un verdadero amigo, no es mantener el Vinculo a toda costa. La labor de un amigo es intentar que sus amigos sean felices, aunque eso signifique que no les vera mas. Y sin saberlo, solo con tu gran corazon, has demostrado que puedes ser amigo de cualquiera.

Y en el silencio que siguio a esas palabras, acompañe al Maestro hasta la hendidura del Roble, y con un salto nos alejamos en direccion a una ciudad cercana, mientras me explicaba que me haria amigo de un niño que aun no sabia que podia llegar a ser un niño, porque todavia era de madera, como la de mi arbol...

1 comentario: